El ex volante e ídolo del Pachuca conversó con AS Chile y recordó la final de la Copa Sudamericana contra Colo-Colo.
Era diciembre del 2006 y la fiesta estaba lista en el Estadio Nacional. Colo-Colo había empatado con Pachuca en México, en el duelo de ida por la final de la Copa Sudamericana, y esperaba conquistar en Santiago el título que aún nadie había conseguido en nuestro país. Llegaron 75.000 almas a Ñuñoa, ansiosos por ver al ‘Cacique’ levantar otra copa a nivel internacional.
Al minuto 35, parecía obvio que Colo-Colo se quedaría con el título tras un gol de Humberto Suazo, pero todo se derrumbó cuando Pachuca empató. Luego vino una contra mortal, y Pachuca convirtió el segundo gol. Colo-Colo vio en primera fila a Pachuca convertirse en el campeón de la Copa Sudamericana 2006.
Los colocolinos recordamos con una pena inmensa esa noche. Pero uno que rememora esa velada con alegría es Gabriel Caballero, ídolo del Pachuca. En conversación con AS Chile, el ex volante revivió esa jornada. “En la carrera del jugador hay momentos que son imborrables, que quedan para toda la vida. Fuimos el único equipo mexicano que ha logrado ganar un torneo de Conmebol, y lo conseguimos de visitante, contra jugadores de Colo Colo que en ese momento estaban marcando una época en Sudamérica y que luego, se asentaron en Europa”, señaló Caballero a AS.
“Colo Colo era un equipo muy fuerte y su gente lo acompañaba. Pero estábamos tranquilos, porque al igual que ellos, nuestra Copa fue muy buena. Perdimos un partido de visitante y los demás los ganamos. Colo Colo era el candidato por lo que estaba haciendo, por los jugadores que tenían, pero confiábamos en nuestro juego”, agregó.
El gol de ‘Chupete’ Suazo no los achicó. “Remontamos merecidamente el partido porque habíamos dominado en casi todos los sectores. Por momentos los jugadores de Colo Colo no pasaban la mitad de la cancha y no tocaban la pelota. Al final nos quedamos con el título en un estadio pletórico, que estaba lleno contra solo nosotros en la cancha y nuestros compañeros afuera”, agrega el hoy técnico del Fútbol Club Juárez.
El ídolo del Pachuca recuerda que uno de los factores más importantes del partido fue la hinchada de Colo-Colo. Fue él, quien al minuto 53, anotó el empate y dejó mudo a los colocolinos que estaban en el Estadio Nacional. Cuando su compañero, Christián Giménez, marcó el 2-1, el silencio fue sepulcral. “Uno veía las caras de los jugadores de Colo Colo y también estaban callados. Miraba a la gente y nadie lo podía creer”, mencionó.