La final animada por Colo-Colo vs. Olimpia es el encuentro más importante en la historia del ‘Albo’. El equipo chileno consiguió un empate en Paraguay y tenía la responsabilidad de dejar el trofeo en casa. Lo hizo con categoría y se quedó con la primera, y única, Copa Libertadores que ostenta el fútbol local.
El ‘Popular’ debía ratificar su excelente rendimiento en la ya mítica Copa Libertadores de 1991. Tenía que dejar atrás las cinco finales del certamen perdidas por equipos chilenos, incluida la del Colo-Colo 73’ frente a Independiente, y llenar de gloria al fútbol nacional.
Y es que su campaña de local hacía presagiar que esa noche sería un carnaval. El ‘Cacique’ fue primero en la fase de grupos, venciendo en sus tres partidos de local y consiguiendo tres empates como foráneo. En octavos, Colo-Colo superó a Universitario de Perú tras empatar en Lima y redimirse en el Monumental. Luego vino Nacional de Uruguay, donde le propinó un 4-0 en la ida y se dió el lujo de caer 2-0 en Montevideo. En la semifinal, dejó en el camino a Boca Juniors tras caer en la Bombonera por 1-0 y dar vuelta la llave con un 3-1 de local -muchos tildaron ese cruce como la final anticipada-.
Ya en la final de ida, el equipo de Mirko Jozic consiguió un empate sin goles en Paraguay, por lo tanto, la confianza de la hinchada, y del equipo, estaba a tope.
Para la vuelta, el Estadio Nacional estaba repleto y teñido de blanco. Más de 66mil almas explotaron con el ingreso de los once titulares del ‘Cacique’: Daniel Morón; Miguel Ramírez, Lizardo Garrido, Javier Margas; Gabriel Mendoza, Eduardo Vilchez, Jaime Pizarro, Rubén Espinoza; Juan Carlos Peralta, Marcelo Barticciotto y Luis Pérez. El reducto de Ñuñoa rugía con los cánticos y tronaba con la pirotecnia. La fiesta se palpitaba en la galería desde antes del pitazo inicial.
Deléitate con este partido histórico y #QuedateEnCasa.
El desenlace del encuentro probablemente lo conoces: Colo-Colo venció por 3-0 con con goles de Luis Pérez (x2) y Leonel Herrera -que había remplazado al ‘Coca’ Mendoza-. Esto significó la obtención del título más importante a nivel sudamericano por parte de un club chileno y la consolidación de un plantel histórico del ‘Eterno Campeón’ comandado por Mirko Jozic.