En una asamblea extraordinaria convocada este lunes, el Sindicato de Futbolistas (SIFUP) decidió paralizar el fútbol chileno hasta que no se resuelva la polémica medida que afecta a la Segunda División Profesional.
Cabe recordar que la ANFP, mediante la votación del Consejo de Presidentes de Primera A y B, decidió quitar el ascenso directo a dicha categoría, y el campeón de Segunda División tendría que disputar un partido de definición con el colista de la Primera B para subir. En dicha votación, el presidente de Colo-Colo no participó, por ende, se contó como abstención.
El Sifup lanzó un comunicado expresando la decisión unánime tomada por los delegados y capitanes de los clubes. “La Asamblea Extraordinaria de Futbolistas decidió no comenzar los torneos 2021, en todas sus divisiones, hasta que el Consejo de Presidentes revierta la equívoca decisión de otorgarle medio cupo de ascenso a la Segunda”, dice el Twitter.
En el breve comunicado, el sindicato no indicó específicamente qué puntos de las bases deben ser modificados. Cabe mencionar que este paro solo involucra torneos nacionales, por lo tanto los clubes chilenos sí podrán jugar sus correspondientes partidos de Copa Libertadores esta semana.
Recordar que el 21 de marzo Colo-Colo debe jugar la Supercopa contra Universidad Católica, y esta determinación del sindicato pone en jaque la realización de dicho encuentro.
La Primera B no quiere cambios
Sin embargo, la decisión del Sifup es contrapuesta a las intenciones de los presidentes de los clubes. Los mandamases de la Primera B emitieron un comunicado oficial el sábado dando su punto de vista sobre la polémica. En el escrito desautorizan el reclamo de la Segunda División, argumentando que en el 2019 no tuvieron ningún descenso tras el estallido social.
“Si bien en 2019 no hubo ninguno de los dos descensos que debieron existir, la Primera División debió sufrir tres descensos en 2020 y dos descensos y medio en el 2021”, explicaba el comunicado.
Los clubes del ascenso ponen como ejemplo su caso propio: “En la temporada 2021, la B no tendrá sus ascensos acordados y tendrá que jugar en cancha uno de ellos frente a un equipo de Primera División, que es mayor desventaja que uno de Segunda con otro de Primera B”.
Los presidentes de la B concluyeron que no darán su brazo a torcer, ya que dicen ser la división más afectada. “Los clubes firmantes no estamos dispuestos a que tengamos aún más costo asumido por los clubes de la B y que los de Segunda no realicen ningún aporte y asumen una actitud intolerable, injusta y de falsa víctima”, expresaron.
Polémico historial
La Asociación de Fútbol Profesional ya tenía antecedentes polémicos con la Segunda División Profesional. En junio de 2020, el Tribunal de Defensa de Libre competencia sancionó al ente administrativo con una multa cercana a los cuatro millones de dólares.
La ANFP había establecido una cuota de $640 millones a los equipos que ascendían de la tercera categoría a la Primera B. En aquel momento, la sanción expresaba que “el fútbol profesional chileno, cuyo único organizador es la ANFP, es una actividad económica y que no existen mercados que puedan eximirse de cumplir con las leyes de libre competencia”.
La decisión de arrebatar la posibilidad de ascenso directo fue calificada por la directiva del sindicato, liderada por Gamadiel García, como una determinación injustificada ante los merecimientos deportivos, establecidos dentro de los márgenes del ejercicio de esta disciplina a nivel mundial.
Reacciones del medio
Esta controversia no ha estado eximida de reacciones, donde diversas figuras del medio nacional han hablado respecto al tema. Una de las críticas más severas fue por parte del ex colocolino, Arturo Vidal.
“El Rey”, que en primera instancia agradeció a aquellos clubes que votaron a favor de un ascenso directo, envió un duro mensaje a los opositores de un ascenso directo: “Gracias por el apoyo a estas instituciones que entienden que hay que buscar condiciones justas para todos los clubes profesionales. El resto, asegurados, cobardes, preocupados de sus bolsillos y dañando a los demás, una vergüenza”.
Cabe recordar que el futbolista es propietario de Rodelindo Román, club recién ascendido a Segunda División Profesional.
El 8 de marzo, el presidente de la ANFP, Pablo Milad, ratificó la decisión y la idea tomada por el Consejo de Presidentes: “Aquí no hay víctimas ni victimarios, es un proceso que se ha desarrollado a raíz de una decisión del Consejo de Presidentes en 2019“.
“Eso involucraba decisiones directas para llegar al número que establece los estatutos en cada una de las divisiones. Y también la distribución económica de los derechos televisivos”, agregó el ex mandamás de Curicó Unido.
Por otro lado, Jorge Segovia, propietario de Unión Española, acusó a través de su cuenta de Twitter a la ANFP de no otorgar el ascenso directo a la Segunda División, e incluso culpó indirectamente a clubes como Universidad de Chile.
“Ahora se ven las consecuencias del ‘invento’ de la ANFP de terminar el campeonato de 2019 anticipadamente (básicamente para evitar que bajara a la B un equipo muy concreto)”, dijo el español.
Incluso, esto ha trascendido el ámbito deportivo. Daniel Jadue, alcalde de Recoleta, defendió los intereses de Deportes Recoleta, uno de los clubes afectados. En su cuenta de Twitter, expresó: “¡Quieren apoderarse del fútbol y eliminar la posibilidad de competir!”.