“El Loro” se confesó en un comercial del nuevo auspiciador de los albos: Pilsen del Sur.
El arquero titular de Colo-Colo en la histórica campaña del 91, contó en exclusiva para Pilsen del Sur la historia de una de sus tantas cábalas. Esta en especial, la hacía cuando concentraban en el Hotel Sheraton.
“Yo me levantaba muy temprano. Nos dejaban el diario en la puerta de nuestra habitación, yo lo tomaba, desayunaba y me sentaba al frente de la piscina a leerlo. Cuando mis compañeros se iban levantando siempre me veían allí”, relata.
Esta cábala se hizo costumbre, tanto para él, como para sus compañeros, por lo que, la repitió cada vez que concentraban allí.
Al principio no fue nada complicado seguir esta cábala, los días eran bonitos y sentarse al lado de una piscina era agradable. Sin embargo, cuando llegó el invierno comenzaron las lluvias, y leer un diario bajo la lluvia es casi tarea imposible.
Algo que no aplica para Morón, quien dijo: “cábalas son cábalas y las respeto a muerte”. Aunque confiesa que ni sus propios compañeros se esperaban que fuese “tan a muerte”.
“Un día estaba lloviendo en la mañana y ellos no esperaban que yo saliera a cumplir mi cábala. Ahí estaba yo presente, con mi diario, daba vuelta la colchoneta de la reposera porque estaba mojada, y me tiraba como lo hacía todas la veces. (…) Lo más chistoso de todo esto era que mis compañeros me miraban desde arriba cagándose de risa”, confiesa entre carcajadas.
Por último, “El Loro” expresa: “Estas cábalas nos ayudaron a ser campeones de America, creo…“.
El histórico portero albo es actualmente gerente deportivo del club, y después de la salida de Harold Mayne-Nicholls y la posible salida de Aníbal Mosa, sería el único sobreviviente en la directiva del popular.