En un partido rarísimo, con tres goles en menos de 15 minutos y dos penales errados por la visita, el “popular” sepultó nuevamente a la “U” por cuatro a 1 en el estadio Monumental, sumando así tres puntos que no lograba desde la primera fecha ante Everton.
Con una Universidad de Chile joven y agonizante apenas iniciado el partido, Colo-Colo sacó a relucir lo que le penó en las primeras cuatro fechas: efectividad y contundencia. Con dos goles de Gabriel Costa, un autogol y una belleza de Esteban Pavez, el “popular” acribrilló por cuatro goles a uno a la “U”.
El partido fue parejo hasta que empezó. Con una defensa azul muy temerosa, errática y lenta, se auguraba una catástrofe para ellos. Pero aunque ya tenían tres goles en contra, tuvieron un par de oportunidades en los pies de Cristian Palacios y Ronnie Fernández, la delantera más letal del campeonato. Pero una vez más, les pesó la historia y la mente.
El trámite estuvo marcado por un Colo-Colo dominante, con rendimientos individuales en alza como Costa, Gil y Solari, las tres figuras del partido. El sobresaliente del equipo fue Esteban Pavez, un hombre que asoma como el motor del mediocampo con su precisión, experiencia y simpleza al distribuir balones.
Goleada que explota la confianza
Colo-Colo comenzó el torneo como supercampeón. Y esa chapa pareció pesarle frente al arco ya que generó una confianza excesiva pero que no se traducía en goles. Hasta que se perdió con el Huachipato de Mario Salas. En ese contexto, Quinteros enfrentó a la “U” con los mismos jugadores de siempre, sabiendo que era un partido para recuperar lo extraviado.
Y vaya que resultó la formula: tres goles en menos de quince minutos. Con un doblete del cuestionado Costa, el compromiso ya estaba cerrado en el primer tiempo. Por suerte, “chunchos” nunca pusieron mucha resistencia en defensa y, aunque sus delanteros hicieron daño, no le alcanzó para pelear.
Esperemos que las celebraciones continúen en la próxima fecha ya que hay que recuperar terreno. Mejoró Solari, Costa, Opazo y Amor. Jugadores que habían mermado sus rendimientos pero que hoy realzaron. Caso a parte es el de Martín Lucero. Un partido ingrato para él que aún no tiene ocasiones claras para marcar. Sí, se ha perdido goles, pero no hay tenido oportunidades cómodas para definir. Él es el delantero que necesita Quinteros, solo le falta destaparse.