La UC y Colo-Colo protagonizaron un nuevo clásico que estuvo marcado por el mal comportamiento de los hinchas cruzados: Linchamientos a rivales y prensa, lanzamiento de bengalas, bombas de estruendo, proyectiles, entre otros. Además del robo en el camarín del equipo visitante.
Colo-Colo y Universidad Católica se presentaban al ‘Clásico’ 181 en veredas completamente opuestas. Por una parte, el ‘Cacique’ venía en un gran momento futbolístico, que los mantenía como líderes del Campeonato Nacional. Además, de su gran desempeño en la Copa Libertadores 2022, donde se encuentran invictos, esto tras ganarles a Fortaleza y Alianza Lima. Para muchos, el equipo albo ha presentado las 3G: gustar, ganar y golear.
Mientras que, la UC llegaba con una racha negativa, que los mantenía décimos en la tabla del torneo nacional. A pesar de lograr un triunfo frente a Sporting Cristal por Copa Libertadores, no lograba encantar con su juego, ya que luego de eso, volvió a perder contra Huachipato por la fecha 10 del Campeonato Nacional. Esto trajo consigo el despido de su técnico, Cristian Paulucci, quien dejó su cargo días antes de disputarse este partido. El sucesor del puesto fue el exfutbolista Rodrigo Valenzuela, quien quedó como DT interino hasta que el club incorpore a un nuevo entrenador.
Sin embargo, todo lo anterior no se vio dentro del partido. Los cruzados fueron superiores a los albos en gran parte del encuentro, que estuvo lleno de polémicas, sobre todo por el arbitraje de José Cabero. En mi opinión el técnico de ‘La Franja’ planificó muy bien el partido. En pocos días se notó a otra UC, una muy distinta de partidos anteriores. Apuntaron muy bien a que jugador neutralizar para que el ‘Cacique’ no explotara su parte ofensiva: Leonardo Gil.
Desde el minuto uno, se notaba la poca presencia del ‘Colo Gil’. Se podía divisar un Colo-Colo desesperado, metido en mitad de cancha hacia atrás, con pocas llegadas, con muchas dificultades para llegar al arco rival. Esto se acrecentó, luego del penal cometido por Óscar Opazo a Cristian Cuevas, que dejó a Católica en ventaja por la cuenta mínima por 85 minutos del partido. El técnico Gustavo Quinteros, trató de contrarrestar al local, realizando variados cambios, que no le daban resultado. Fue tanta la desesperación del plantel y sobre todo del DT trasandino, que en una de las jugadas se le soltaron las cadenas y se fue contra el árbitro Cabero, quien finalmente decide expulsar al estratega.
Sin embargo, hubo un cambio que sí dio resultado. Hablo del juvenil Alexander Oroz, quien entró prendidísimo y logró darle la igualdad al ‘Popular’, casi terminando el partido. Esta no es la primera vez que el ex Deportes Iquique entra y cambia la cara del equipo. Cabe recordar, que contra Everton entró desde la banca y abrió el marcador en el minuto 84, donde Colo-Colo terminó triunfando por dos tantos a cero.
Por otro lado, los hinchas ‘Cruzados’ dieron su propio espectáculo, debido a los incidentes en el partido y entretiempo. Esto manchó el clásico, ya que los hechos ocurridos fueron muy graves, a mi parecer. Antes del segundo tiempo, lanzaron una bomba de estruendo donde se encontraba el arquero Brayan Cortés, quien, por un momento, tuvo que ser atendido por los médicos. Asimismo, lo más grave fue lo que ocurrió en la tribuna Sergio Livingstone, donde hubo un linchamiento hacia un hincha colocolino. Además de romper insumos de la Radio Cooperativa.
Lo sucedido hoy en el Estadio San Carlos de Apoquindo es realmente lamentable y debe tener severas consecuencias. Hay cámaras identificando a muchos hinchas, es necesario que se apliquen sanciones ejemplificadoras. Un espectáculo como este no puede ser manchado por un cúmulo de personas que no saben convivir entre sí, solo por ser hinchas rivales.
