Cristian Zavala contó lo duro que fueron sus comienzos en el profesionalismo y habló sobre su creación de una escuela de fútbol sin fines de lucro.
Cristian Zavala fue uno de los tres refuerzos que llegaron a Colo-Colo a inicios de esta temporada. Procedente de Deportes Melipilla, el atacante cumplió su sueño de llegar al club de sus amores, el mismo en el que había dado sus primeros pasos en la cantera.
Eso sí, los inicios del delantero no fueron para nada fácil y conlleva con él una historia llena de sacrificio. Así al menos lo dio a conocer el propio jugador en una conversación con el canal de Twitch, Blizsport, donde relató su comienzo en el fútbol profesional con un duro recuerdo.
“Empecé en el fútbol joven de Colo-Colo, salí a Magallanes, tuve un problema por temas económicos y decidí ir a Coquimbo. Soy hincha de Colo-Colo. A los 17 me fui a Coquimbo con mi polola”, comenzó diciendo Zavala.
Fue en ese momento en el que el jugador del “Cacique” contó el sacrificio que vivió en aquellos años. “Tengo una tía allá, ellos tienen una casa y no teníamos las ganas de molestar, así que llevamos una carpa, un colchón inflable y nos quedamos en el patio“, confesó el atacante.
“Ahí me dicen que me iba a quedar y llamamos a mi mamá, fuimos a buscar más ropa y estuvimos en la misma carpa por tres meses. De ahí nos ayudaron con el arriendo”, agregó.
La labor social de Zavala
A inicios de marzo, el delantero albo informó a través de sus redes sociales la apertura de una escuela de fútbol sin fines de lucro para niños de escasos recursos en la comuna de Puente Alto, específicamente en la población San Gerónimo, acción de la que comentó detalles en la conversación.
“Un día estábamos conversando con mi polola y le pregunté ‘te parece que hagamos esto?’ y me dijo que ella también lo estaba pensando”, dijo en primera instancia el jugador de 22 años.
“Es una escuela de fútbol sin fines de lucro, no se le cobra nada a nadie y tampoco se limita a un nombre de equipo. Se llama Escuela de Fútbol El Presente y van los que quieran. Los miércoles que tengo libre voy, en el Liceo San Jerónimo”, complementó.
Sobre el modo de costear la escuela, el puentealtino señaló que “no hay ayuda económica. Me hablaron muchos políticos al principio, pero después nada. El primer día varios fueron a sacarse fotos y después nunca más”.
“Tenemos tres profes y no les puedo decir que vayan por el amor al arte, es su trabajo y estudiaron para eso, así que el sueldo sale de mi bolsillo. Adidas me ayudó con los materiales. El Club Social me ayudó con otras cosas. Lo demás es todo mío“, sentenció.