El ‘Juez de Hierro’ asistió este martes a la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados y dejó al borde del abismo a los árbitros chilenos.
Javier Castrilli, quien había sido despedido de su cargo como presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP tras la polémica que atravesó el referato nacional, rompió el silencio tras varias jornadas.
El ‘Juez de Hierro’ estuvo presente este martes en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados y se defendió con todo ante las calumnias e injurias realizadas en su contra.
Vivió un calvario desde el comienzo
“Me encontré con un grupo de personas que a través del tiempo se enquistó en el poder arbitral y manejaba practicando la cultura del nepotismo y las relaciones a través de su cultura del amiguismo, del club de amigos, donde no solo se beneficiaba a quienes ellos querían, sino también se perjudicaba, según el testimonio de muchos de los que fueron desplazados, injustamente a personas que tenían condiciones”, comenzó diciendo el retirado referí.
En este sentido, el ‘Sheriff’ complementó su postura asegurando que “ese poder arbitral, con características de una asociación, corporación, se fue enquistando y enraizando, también en el aparato de contralor, comandado por uno de los apellidos ilustres que componían esa característica de nepotismo, influenciando con su ascendencia sobre el resto el análisis de las actuaciones arbitrales”, expresó.
Además, el argentino de 64 años continuó con su defensa recordando el momento en que tomó el control de la Comisión de Árbitros. El trasandino expresó que “a las horas de haber asumido, y tal como lo había vaticinado, comenzaron los ataques. Y comenzaron los anónimos contra mi persona y contra mis colaboradores, por eso es importante que hoy estemos presentes todos, porque a los tres nos han denostado, a los tres nos han sometido al escarnio público”.
Disparó contra Pablo Milad
Además, Castrilli explicó que “cuando arribé, y esto es necesario que la gente lo sepa, las propias personas que me contrataron reconocieron que los árbitros hacían lo que querían, ¿escucharon bien? Es decir, los árbitros tenían una autonomía absolutamente imposible de digerir en cualquier institución que se precie de orgánica y que esté absolutamente convalidando los estatutos de la FIFA”.
Ante esta situación el Juez de Hierro continuó lanzando dardos y aseveró que “los árbitros no pueden hacer lo que se les dé la gana, se llegaba al punto tal de que se elevaba a la Federación Internacional la lista de los internacionales sin que pasara por la presidencia de la ANFP, es decir, el presidente desconocía quienes eran los árbitros que iban a ser internacionales”, dijo.
El polémico Huachipato contra Copiapó
Respecto al polémico compromiso entre Huachipato y Copiapó, el ex árbitro FIFA dijo que “a nosotros se nos somete al escarnio público y a pesar de estar advertidos y ser conocedores de lo que estaba ocurriendo, a nosotros se nos despide”, señaló.
Finalmente, Javier Castrilli culminó su defensa recordando otro histórico caso mundialmente conocido. “Sacco y Vanzetti, a fines de la década de 1920, fueron ejecutados en la silla eléctrica por razones que luego se pudo demostrar que eran injustas, a nosotros nos han ejecutado en la silla eléctrica para luego concluir en una investigación que éramos inocentes, es decir, sin posibilidad alguna del principio de inocencia fuimos condenados”, sentenció.