El adiestrador colocolino, Gustavo Quinteros, ya le dio a entender a la dirigencia que el atacante argentino es la prioridad.
Colo-Colo vive semanas decisivas en el mercado de transferencias para terminar de conformar su equipo de cara a los nuevos desafíos. Y uno de los objetivos que tiene Banco y Negro para esta ventana de pases, es la contratación de un centrodelantero que sustituya la salida de Juan Martín Lucero.
Si bien la carpeta de jugadores que tiene la gerencia deportiva es larga, hay un nombre por el cual se está poniendo todas las fichas para contratarlo. Hablamos de Javier Correa, artillero argentino que milita en el Santos Laguna de México y que, a inicios de semana, el DT del Eterno Campeón apuntó como el ideal para sumarlo al plantel.
El ariete que interesa en el Estadio Monumental tuvo un pasado de mucho sacrificio donde, incluso, llevaba colchones para dormir en el bus. En conversación con el Diario Olé hace un año, el ex Racing de Avellaneda relató todo lo que tuvo que vivir en el inicio de su carrera.
Del Benfica a la B de Argentina
A la edad de 17 años, el actual goleador de los Albiverdes, tuvo la oportunidad de empezar su carrera en uno de los clubes más grandes de Europa.
“Era una larva contra roperos africanos, pero el potrero argentino me ayudó. Hice como seis o siete goles con el Sub 20 en tres prácticas de fútbol. Pero los clubes no arreglaron. Me tuve que volver a Instituto, estuve dos años sin jugar y me fui a General Paz Juniors. Sí, de Benfica al Argentino B, ¿Cómo me va a afectar un insulto?“.
“Pasé de poder firmar en un club con instalaciones de primer mundo a lavarme la ropa y llevar colchones para dormir en el micro. Todo eso me sirvió para tocar tierra y no creerme más que el otro“, agregó el trasandino.
Por último, Javier Correa destacó que estar en un club grande como la Academia le sirvió para absorber y no decaer ante las criticas.
“Racing es grande y una camiseta pesada. Lo tomo como lo que es. Si no haces goles te van a putear, no te van a tirar flores. Sé que lo lindo de un club como Racing, y lo que a mí me atrae, tiene sus consecuencias. Que te critiquen, que te puteen, pero no me desespero“, concluyó.