El atacante neozelandés ha tenido un buen desempeño en los partidos amistosos y, con la seguidilla de bajas en la zona del volante ofensivo, su nombre es el apuntado para ser desde la partida contra los viñamarinos.
Para el cotejo que se disputará el próximo 19 de febrero entre Colo-Colo y Everton, el cuerpo técnico comandado por Gustavo Quinteros tendrá que mover las piezas en el tablero producto de las múltiples bajas que fueron apareciendo luego del partido ante la “Longaniza Mecánica“.
En primera instancia y durante el compromiso ante los “Diablos Rojos“, Jordhy Thompson tuvo que salir en el entretiempo por un golpe costal que, luego de realizarse sus exámenes, no arrojaron ninguna complicación para sus costillas y volvió a los trabajos, aunque de forma diferenciada. Luego, tras el pitazo final del encuentro Carlos Palacios fue expulsado tras una riña con Patricio Rubio.
Y por último está Leonardo Gil, que luego de su lesión en la espalda se sometió a una intervención ambulatoria para corregir estos dolores en su zona lumbar. Por lo tanto, ante la ausencia de un “10”, el que asoma como titular ante los “Oro y Cielo” es Marco Rojas.
El momento perfecto para el “Kiwi”
El ex Melbourne Victory de Nueva Zelanda está teniendo un destacado rendimiento en las prácticas semanales y partidos amistosos del Popular. Tras recuperarse de su sobrecarga muscular, ahora el “Kiwi” volvió con todo y sus actuaciones están pidiendo a gritos una oportunidad.
Lo anterior se debe a que ya cuenta con cuatro goles en los últimos tres amistosos a puertas cerradas que ha organizado el adiestrador santafesino para darle rodaje a sus jugadores. El primero llegó en el duelo ante San Antonio Unido (con presencia de Esteban Paredes), luego con Lautaro de Buin se despachó con un doblete y este jueves 16 de febrero repitió nuevamente contra el “Toqui”.
Frente a estos números, sin duda alguna uno que se ha ganado su espacio en el equipo estelar ha sido Marco Rojas y esta vez, cuando Colo-Colo se enfrente a Everton, tendrá la gran oportunidad de agarrar la camiseta de titular e intentar no soltarla más.