El defensor de 32 años jugó en Palermo y tuvo la oportunidad de compartir camarín con Paulo Dybala, campeón del mundo con Argentina y actual futbolista de la Roma.
El mercado de fichajes trae a Colo Colo varios rumores de pasillo que nunca logran concretarse. Uno de ellos fue el arribo de Carlos Labrín a los pastos del Estadio Monumental, tras un breve y complicado paso por el fútbol italiano, donde defendió los colores del Palermo y el Novara.
En conversación con En Cancha, el actual defensor de 32 años reconoció que estuvo a detalles de convertirse en flamante refuerzo del Eterno Campeón, sin embargo, desde Europa pusieron trabas que terminó por frustrar su anhelado salto al club más importante de Chile.
“Cuando yo veía que no iba a jugar en Palermo, hablé con mi representante de ese entonces, (Jorge) “Polo” Quinteros, y le dije que no quería seguir en Italia y que mi intención era volver a Chile”, contó de entrada, para luego explicar la situación que truncó su llegada a Macul.
“Fue una negociación seria, porque conversé con los dirigentes de Colo Colo y estaba todo listo, habíamos conversado el tiempo del préstamo y todo, pero a último momento se cayó. No tengo el por qué se frustró todo, pero me imagino que el Palermo pidió dinero. En un principio era una cesión sin costo, pero donde vieron el interés de Colo Colo, quizás quisieron sacar provecho. Tras eso volví a Huachipato”, complementó.
“Me hubiera gustado ser parte del club”
Por otro lado, Carlos Labrín no ocultó sus ganas de haber vestido la camiseta de Colo Colo, más aún considerando que todo su entorno cercano es hincha del Eterno Campeón.
“Mi familia es toda colocolina y yo desde chico también me iba por lo blanco (ríe), pero desde que me hice futbolista profesional el cariño se fue pasando un poco. En aquel momento, mis padres y mis abuelos estaban más felices y expectantes que yo, pero claro que me hubiera gustado ser parte del club“, remarcó el zaguero.
El actual futbolista de Audax Italiano fue consultado ante las posibilidades de llegar a un grande del fútbol chileno, instancia donde sacó a relucir su sinceridad y aclaró que a sus 32 años es muy difícil que se dé.
“A estas alturas de mi carrera, voy temporada a temporada. Nunca pensé estar tanto tiempo en Audax Italiano y cada año que pasa es más difícil llegar a un equipo grande. Los clubes se están armando para competir en dos frentes y quizás en sus ambiciones es difícil que yo entre”, sentenció.
Carlos Labrín jugó en Huachipato, Palermo, Novara, San Marcos de Arica y Audax Italiano, además de contar con un par de llamados a la selección chilena adulta.
