El pasado lunes, un grupo de personas ingresó al Estadio Monumental a velar a un barrista fallecido.
La semana comenzó con un verdadero terremoto dentro del Cacique, pues a pesar de que los jugadores tuvieron jornada libre, en Colo-Colo siempre pasa algo. En esa ocasión, un grupo de cerca de 80 personas ingresó a las dependencias del Estadio Monumental para velar al barrista Carlos Díaz, conocido en la Garra Blanca como “Guatón Carlos”.
Desde Colo-Colo se informó que el ingreso al recinto no estaba autorizado, por lo que muchos de los involucrados recibieron prohibición de ir a los encuentros del Popular en el Estadio Monumental. Por otra parte, esta situación sumó un nuevo antecedente a las deficiencias de seguridad que ha presentado el club en el último tiempo.
El relato del chofer de la carroza
Si bien, en este suceso sólo se tuvo en cuenta la voz del club y el ultimátum por parte del Gobierno, Las Últimas Noticias conversó con Ítalo Santelices, el chofer de la carroza fúnebre. En este diálogo, el conductor relató su versión de los hechos y cuestionó información señalada por el club.
“Los hinchas no forzaron la puerta del estadio. Recién había entrado un auto y el guardia abrió nomás, lo que es lógico porque estaba resguardando su integridad física. Yo escuché que ellos iban a abrir el portón igual, sí o sí. El guardia estaba solo y, frente a tanta gente, no le quedó otra que abrir”, inició.
Junto con ello, el chofer de la carroza reveló cómo fue la situación dentro del recinto. “A nosotros no nos habían obligado a nada, hasta que llegamos arriba. Los hinchas, no la familia, quisieron abrir el vehículo. Yo subí los vidrios y puse los seguros para que no sacaran la urna, pero uno de los jóvenes me abrió la puerta y tuvimos que bajar de la carroza para que ellos retiraran la urna. En esos momentos, hablé con la familia para que se hicieran responsables”.
Por otra parte, Ítalo Santelices manifestó que nadie les avisó el tipo de cortejo al que asistirían. “No tuve miedo, porque nunca nos intimidaron con arma blanca o pistolas, aunque estaban alterados. Solo sentí nerviosismo y adrenalina. Con mi compañero no estábamos para esto, porque nadie nos avisó que se trataba de un funeral de este tipo. En todo caso, esta gente no se mete con la muerte porque la respetan. Por eso nunca vamos a estar en riesgo”, comentó.
Por último, el conductor manifestó una gran preocupación que tuvo al momento del velorio en el estadio. “Quiero dejar en claro que nadie me intimidó y cuando llegamos arriba, en la entrada a galería, me negué a abrir la carroza, porque tenemos un protocolo. Yo estaba preocupado porque el fallecido era una persona obesa y la urna era especial. Mi preocupación era que, con tanto movimiento, la urna se desfondara”, cerró.
Esta inusual situación ya trajo sus primeras consecuencias, pues se le aplicó el derecho de admisión al estadio a 32 personas. Además desde el club señalaron que realizarán una exhaustiva investigación interna, por lo que podrían existir más repercusiones sobre estos hechos.