El hincha del Cacique falleció el pasado sábado tras recibir algunos impactos de bala en la comuna de Lo Espejo. En su funeral ingresaron al Estadio Monumental, generando una nueva polémica.
Cerca de las 13:30 horas del pasado lunes la polémica se volvió a tomar el Estadio Monumental. En ese momento, una caravana de cerca de 20 autos ingresó hasta las dependencias del reducto deportivo para despedir por última vez a un reconocido barrista. Se trataba del ‘Guatón Carlos’, antiguo integrante de la Garra Blanca.
Carlos Díaz González, nombre real del hincha de Colo-Colo perteneciente al piño de ‘La Caro’, falleció la noche del sábado. Según detalla el diario La Tercera, el fanático albo arribó hasta el SAR Julio Acuña de Pinzón, de la comuna de Lo Espejo, herido de bala y en riesgo vital. Minutos antes, según detalla el informe policial, dos sujetos a rostro cubierto realizaron varios disparos en contra de esta persona.
Por lo mismo, en el centro asistencial fue estabilizado para, posteriormente, ser derivado al hospital Barros Luco en San Miguel. Allí no aguantó y falleció a los 41 años cerca de las 21:00 horas. Por lo mismo, y tras recibir el cuerpo, varios integrantes de la barra oficial del Eterno Campeón irrumpieron en La Ruca para ingresar hacia la galería Arica, en un gesto de llevarlo por última vez al lugar donde tantos años pasó.
Historia del ‘Guatón Carlos’
Y es que el ‘Guatón Carlos’ era una figura importante dentro de la Garra Blanca. “Te recordaremos en cada canto y cada vez que el bombo suene para alentar a nuestro amado Colo-Colo ese mismo que seguiste hasta el día de tu partida”, señalaron en la cuenta oficial de la agrupación en Instagram.
Con respecto a su historia, Carlos Díaz no contaba con antecedentes penales y constantemente era visto fuera del Estadio Monumental durante los días que no habían partidos. También se revelaron varias imágenes junto a jugadores del club, quienes vistieron la camiseta alba durante diferentes años.
Esta es la historia de la muerte del ‘Guatón Carlos’, el barrista que puso en aprietos el sistema de seguridad de Colo-Colo y que hoy tiene a la concesionaria en el ojo del huracán.