La agrupación de hinchas del Cacique ha sido muy apuntada y criticada durante los últimos años, sobre todo tras los lamentables episodios de violencia en lo que se han visto involucrados tanto dentro como fuera de los estadios.
Por años el nombre de la Garra Blanca ha desatado el temor entre las personas. La barra brava que sigue a Colo-Colo a todos lados ha sido protagonista de diversos episodios de violencia tanto dentro como fuera de los recintos deportivos en Chile y Sudamérica. El último de ellos se llevó a cabo durante el partido entre el Cacique y Monagas por Copa Libertadores el pasado 19 de abril, instancia en que dos facciones de la misma se enfrentaron a golpes dentro del Estadio Monumental.
Pero esta sólo fue uno de tantos episodios marcados por la furia y los excesos. Otro momento muy recordado por todos los hinchas del fútbol se efectuó el 6 de diciembre de 2015 en Valparaíso. Aquel día, los Albos podían levantar el título de campeón en su duelo ante Santiago Wanderers, pero la batalla campal de ambas hinchadas en el campo de juego llevó a la suspensión del encuentro. Y a pesar de que el equipo pudo coronarse igualmente como monarca tras el resultado de otro partido, la mancha no se borró.
Estos dos hechos grafican globalmente lo que ha sido el actuar de esta barra durante el siglo XXI. No obstante, esto no siempre fue así. Según los registros, los primeros pasos para formar una agrupación que siguiera y alentara fielmente al Popular fue en la década de los 60, donde varios aficionados del equipo se juntaron para fundar la llamada Barra Juvenil.
El inicio de la Garra Blanca
Después de algunos años y la creación de varias agrupaciones, en 1986 se creó la Garra Blanca. “Era más bien un barra que no tenía el componente que tiene ahora, ni quiera de masividad, ni tampoco de comportamiento”, comentó hace unos años Alejandro Zúñiga, director en ese entonces del Club Social y Deportivo Colo-Colo, en un reportaje realizado por Chilevisión.
En esa misma línea, el director del documental ‘Raza Brava’, Hernán Caffiero, dio cuenta de los inicios de esta. “La Garra Blanca nace como una respuesta a la censura que existía en los años 80, específicamente en el años 86 que fue el año crítico de la dictadura a Pinochet. El estadio se transformó, sobre todo para los jóvenes de esa época en un punto de encuentro”, reveló también al citado medio.
Jorge Apablaza, Snoopy, Chirola, Pato Castro y Buena Onda, entre otros, fueron los primeros líderes de esta nueva organización, la cual nació en la población Juan Antonio Ríos de la comuna de Independencia y que se caracterizaba por el pelo largo, caras pintadas, torso desnudo y gritos de grueso calibre.
Sin embargo, con el correr de los años este conjunto de hinchas fue mutando y tomando notoriedad no sólo por su aliento y canciones al equipo, sino que también por su reprochable actuar. En ese sentido, a principios de este siglo se llevó a cabo una lamentable situación que marcó para siempre a la barra alba. El 6 de diciembre del 2000 se llevó a cabo una pelea en el sector Arica, donde el ‘Barti’ y el ‘Huinca’, dos cabecillas de ese entonces, llevaron a cabo una batalla campal.
El liderazgo de Pancho Malo
Luego de un tiempo de bastantes disputas, llegaría el cambio de mando. Fue dos años después que Francisco Muñoz, más conocido como Pancho Malo, se hizo cargo de la dirección de esta. Este nuevo caudillo tenía una larga historia dentro de la barra brava y era conocido por ser un fiel seguidor del dictador Augusto Pinochet.
Así y con un giro radical en la conducción de la Garra Blanca, el actual activista político junto a la Coordinación, grupo que estaba a cargo de esta, fue generando lazos con la dirigencia de Blanco y Negro, quien era presidido por el empresario Gabriel Ruiz-Tagle, al cabo de recibir pagos, regalo de entradas e instrumentos por parte de la concesionaria.
Sin embargo, la conducción de Pancho Malo quedó marcado por el caso de Javier Figueroa, alias Mero Mero, quien fue asesinado de diez puñaladas en las afueras del Estadio El Teniente de Rancagua tras una riña. Debido a ello, Alejandro Ariel Ñanco, conocido como el ‘Ardilla’, junto a otro barrista más, fueron condenados a varios años de cárcel.
Pero este acto también generó un complejo conflicto, dado que el fallecido fanático pertenecía al piño Los Spectros de Peñalolén, grupo que había sido expulsado del sector norte de La Ruca por aquel líder. Esto, junto a otros actos, detonaron en una especie de golpe de estado, donde la Coordinación fue sacada de la barra, siendo relegado por otra conjunto.
Allí fue que aparecieron Los Ilegales, quienes según ellos mismos no tienen ningún líder, ya que la barra es dirigida por varios piños. A pesar de este cambio y de querer desmarcarse de los cabecillas anteriores, esta nueva Garra Blanca tampoco ha dejado las polémicas atrás, ya que ha aparecido en violentos hechos a lo largo de estos años.
La Garra Blanca, signo de poder político
No obstante, la barra brava de Colo-Colo también se ha convertido en signo de poder político. En ese sentido, se ha normalizado escuchar que diferentes integrantes de esta agrupación, así como también la de otros grandes clubes del fútbol chileno, han sido contratados para ayudar en la difusión de las campañas políticas de ciertos candidatos.
Así fue como también llegó Sebastián Piñera a convertirse en uno de los máximos accionistas de Blanco y Negro. Si bien no hay registros de posibles relaciones con la Garra blanca, sí utilizó a Colo-Colo para poder acceder a la presidencia de la República tras pasar por el Estadio Monumental.
Pero estos hinchas también fueron una parte importante del estallido social que se vivió durante el 2019 en Chile. Con sus característicos colores negro y blanco, la barra brava marcó presencia en la Plaza Baquedano, donde se adueñó del sector central de ella. Además, fueron algunos de los primeros en enfrentarse a carabineros cuando estos aparecían por las cercanías de este céntrico sector de Santiago.
Un fenómeno social
Esta participación también dejó marcada a la Garra Blanca como un importante actor social, debido a que se ha hecho presente en varios movimientos de la ciudadanía. Junto a ello, también se ha dado a conocer como un fenómeno social y cultural, dado que desde un principio tuvo un arraigo bastante popular, siendo integrado, en su mayoría, gente de limitados recursos, quienes no viven un buen pasar y para quienes Colo-Colo es la felicidad de sus días.
Pero eso no es todo, ya que durante los últimos años también han encabezado varias campañas solidarias en ayuda de personas en situación de calle. En ese sentido, se han viralizado en múltiples ocasiones imágenes de los propios barristas llevando alimentos o ropa para aquellos que no tienen dónde vivir.
También lo han realizado con sus propios pares cada vez que han sufrido de algún revés. Por ello, se realizan diferentes actividades como completadas, bingos y campeonatos de baby fútbol para ir en su ayuda.
Como se puede apreciar, la Garra Blanca ha vivido varias metamorfosis desde su creación, partiendo como una agrupación para alentar a Colo-Colo y terminando en condenados hechos de violencia; pasando de ser relacionado al deporte a un objeto de poder político; teniendo relaciones contractuales con Blanco y Negro a ser uno de los principales grupos en favor de movimientos sociales.