La concesionaria que administra a Colo-Colo decidió no contar más con los servicios de Luis Urzúa y, a días de su salida, se conocen nuevos antecedentes.
El pasado jueves 24 de agosto se vivió uno de los días más incómodos en Colo-Colo. La directiva de Blanco y Negro decidió desvincular al jefe de seguridad de la institución, Luis Urzúa, quien convivió en medio de la polémica en 2023 por la serie de hechos de violencia que se dieron en el Estadio Monumental bajo su mandato.
Por medio de un escueto comunicado publicado en todas las redes sociales, el Cacique informó la salida del funcionario que llegó al club la temporada 2015. Pese a que se le agradeció su compromiso, en el escrito no se indicó los motivos que llevaron a tomar esta decisión por parte de la plana mayor de la concesionaria.
Aunque uno de los puntos que se especula es la tensa relación con la Garra Blanca, barra brava de los albos, que en reiteradas ocasiones pidió que dejara sus funciones por desacuerdos en algunas medidas al interior de “La Ruca”, se reveló que la verdad iría por otro camino.
Según publicó el sitio En Cancha, algunos trabajadores del cuadro Popular tienen la hipótesis de que su cercanía con Aníbal Mosa, accionista mayoritario y principal opositor del bloque liderado en la actualidad por Alfredo Stöhwing, le pasó la cuenta. “Es el costo”, mencionan al interior del club.
Nuevo rostro en la seguridad de Colo-Colo
La partida del ex coronel de Carabineros se materializó de manera rápida. Sostuvo una corta reunión con el gerente general de ByN, Alejandro Paul, en la que, de acuerdo a lo que contó el medio antes señalado, se le “habría argumentado como ‘razones políticas’ su destitución”.
Lo cierto es que el ciclo de Luis Urzúa en Colo-Colo se acabó y su reemplazo se anunció de forma rápida. El coronel en retiro de Carabineros, Sergio Ocares Retamal, tomó la riendas del cargo y ya empezó a trabajar en el área que le corresponde.